1. Variedad de estilos

La introducción de lámparas hechas con materiales/fibras naturales y el uso de la iluminación LED nos permite crear un estilo slow life o nature sostenible, con líneas suaves y orgánicas donde priman el minimalismo cálido y los ambientes naturales.

Otro estilo con el que podemos jugar es el denominado country charm inspirado en las casas de campo, que nos permite generar ambientes hogareños en los que se le da mucho protagonismo a los colores vivos y naturales.

El estilo nórdico o industrial/técnico nos permite combinar lámparas sencillas y puras que se alinean con los muebles más minimalistas, así como lámparas en tonos metálicos o de tipo industrial que proporcionen diseños más vintage. Dentro de este estilo se está imponiendo mucho el uso del color negro como apuesta por la elegancia. 

Las líneas sencillas y puras del estilo industrial combinan muy bien con el estilo Mid Century, una tendencia atemporal, desconocido hasta el momento, que es capaz de transportarnos hasta los años 50. Basándose en la sencillez, la geometría y la sofisticación, da vía libre para combinar distintos materiales, por lo que no deja de aportar originalidad. En iluminación, se suelen utilizar acabados en color latón, oro viejo, oro francés, cobre y mármoles junto con tulipas de cristal ahumado u opal. 

2. Materiales naturales.

Las lámparas de techo o colgantes hechos de materiales naturales (madera, cuerda, arpillera, rafia...) así como aquellos colgantes compuestos de carriles monofásicos donde emplazamos un pendel y bombillas decorativas, focos o colgantes con pantallas, conformarán la luminaria principal en cocinas, comedores, barras y meses. 

Relacionado con la naturalidad, la luz cálida (3000K) y la luz neutra (4000K) se convierten en unas grandes aliadas para iluminar nuestros salones y dormitorios, al aportar confort y serenidad. Dentro de los tipos de luminarias, encontraríamos los downlights u ''ojos de buey'', pantallas de materiales naturales y ventiladores con toques en madera. 

3. Tiras de LED. 

Son otro tipo de luminaria que lleva imponiéndose desde hace unos años gracias a su gran versatilidad. Nos permiten jugar dentro de la misma estancia, creando diferentes atmósferas gracias a la iluminación indirecta o retroiluminación. Las tiras de LED se pueden colocar en los zócalos del techo, en la pared, debajo de los muebles, escondidas tras detalles como cuadros o relieves de la arquitectura, etc. Además, puede combinarse con un tipo de iluminación más directa en puntos donde queramos focalizar más luz a través de diseños reducidos e innovadores, pero manteniendo un efecto discreto, minimalista y muy personal. Además, las tiras pueden colocarse en el exterior (jardines o terrazas) para embellecer y marcar espacios. 

Esta innovación en la tecnología LED permite su aplicación a la domótica, introduciendo dos tecnologías en este campo: tecnología TUNABLE WHITE O BLANCO DINÁMICO (planificación luminotécnica adaptada al ritmo circadiano natural de luz, es decir, poder reproducir los cambios de color naturales que experimenta la luz a lo largo del día) y la tecnología SMART LED (posibilidad de encender, regular, combinar y apagar las luces mediantee la utilización de dispositivos inteligentes o mandos a distancia). 

4. Exterior. 

Como ya publicamos en el post ''Iluminación exterior'' , ésta nos ayuda a crear espacios claros y luminosos a la par que funcionales y elegantes, permitiéndonos iluminar fachadas, caminos de entrada, escaleras o piscinas.

5. Bonito, incluso apagado, y con tamaño XXL.

Es una obviedad que, cuanto más bonito y grande es algo, más destaca. Siempre hay que elegir teniendo en cuenta el espacio, su amplitud y su decoración y, si bien es cierto que las lámparas grandes cada vez cobran más protagonismo en los diseños de interior por su estética y diseño, no deja de ser una cuestión de gusto personal. 

Ya sea en forma de lámpara, plafón o aplique, predominan las líneas minimalistas pero sofisticadas. Gracias a la incorporación y evolución de la tecnología LED, podemos obtener diseños innovadores que mezclen varias funciones como distintos tonos de intensidad, color de luz, temporizadores, etc. 

6. La lámpara perfecta: bonita y funcional.

Primero debemos tener en cuenta es la estancia en la que vamos a colocar la luminaria y, después, escoger el tipo de la misma: aplique (pared), plafón, colgante, lámpara (techo), tiras de LED... Una vez claras esas dos cosas, debemos pensar el tono de luz que vamos buscando (cálido, neutro o blanco) dependiendo de si queremos crear un espacio que llame a la serenidad y la naturalidad.